sexta-feira, 27 de abril de 2012

Llantos caprichosos


Eres para mi una enfermedad
De esas que deseamos
en una tarde de lluvia y nostalgia.
Porque siempre te necesito cuando menos se debe. 
Porque cuando estás aquí,
lloro injustamente tu futura ausencia.
Nunca merecí tu forma de ser.
El egoísmo que consume mi corazón,
consume igualmente mi alma, mi tiempo,
 mis pensamientos y mi vida
en relación a ti.
Necesito incesantemente tu presencia
junto a mi
Y tus dulces palabras
susurrándome promesas y un futuro
Necesito que me aguantes
Con todas mis mañas e inestables emociones.
Siempre eres la mano firme, el hombro amigo
Aunque duela,
sé que siempre volverás.
Aunque lo niegue
nunca te cansarás.
Aunque yo nunca te agradecí,
lo comprendo y lo sé.
Que estás aquí para mí.