sábado, 29 de outubro de 2011

Perpetuar

Sábado, 29 de Octubre de 2001. Llueve.
Comienzo a vagar em pensamentos inútiles de um fin de um ciclo, cuando me distraigo ante la ventana y observo la lluvia caer. Intensamente, puntillosamente; recorrendo las pequenas rajaduras de la madera que bordea mi ventana. Las gotas, indecisas, se voltean em el vidrio que parece no querer reflejar su interior, para um lado y para el outro, sin decidir que caminho tomar. Es interessante como pelean entre sí, como espermatozoides desesperados por vida. Por dar vida. Vida.
El agua que da vida.
Y tan solamente  um milésimo de segundo es necessário para que estos millones de pensameintos  se crucen por mi mente.



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